Como era de esperar mi hija pequeña se ha apuntado a esto de que su madre le tunee un bote de cristal para sus lápices así que no me ha quedado más remedio que ponerme manos a la obra y en dos ratitos lo he convertido en un estupendo lugar donde dejar los lápices, bolis y todo aquello que se le cruce en el camino. A ver si así está todo un poquito más ordenado... sí, sí, soñar no cuesta nada....
Aquí lo tenéis.
Espero que os guste!
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